NOSOTROS (LOS JÓVENES) TAMBIÉNSUFRIMOS
Nosotros también sufrimos. Muchas veces, en silencio, porque la mayoría de los adultos no nos entendéis. Siempre vais rápido, con prisa e inconscientemente nos quitáis la ilusión de la vida. Vosotros no veis la grandeza de las pequeñas cosas, no paráis a sentiros. Solo atendéis a trabajar para ganaros la vida.
Nosotros os miramos y llenamos vuestras ausencias con vacío. Lloramos a escondidas.
Nosotros también sufrimos por amor, también nos enfadamos con nuestros amigos, también trabajamos estudiando.
Nosotros también tenemos nuestros problemas, unos más que otros, eso sí.
Nosotros también queremos ser libres, aprisionar nuestros miedos, amurallar las tristezas y ampliar la alegría.
Nosotros, no siempre lo conseguimos. Por eso, a veces escapamos de la realidad con comida, alcohol, drogas, sexo...
Nosotros también nos sentimos solos y vacíos.
Por eso cuando os gritamos, cuando os protestamos a vosotros (adultos) no es porque estemos locos o porque seamos unos rebeldes con ganas de daros problemas. No, nosotros os pedimos ayuda y auxilio pero vosotros no lo veis.
Sé que muchas veces somos difíciles, que colmamos vuestra paciencia, que desearíais que fuésemos diferentes. Pero sabéis, es ahí, cuando más os necesitamos. Cuando os gritemos, cuando os digamos de todo a la cara, cuando las paguemos con vosotros, os necesitamos.
Os necesitamos pero no sabemos cómo decíroslo. Sólo queremos sentir vuestro amor, pues parece que somos felices pero tenemos nuestras batallitas internas. A veces, nos cuesta levantarnos, nos hacemos muchas preguntas, queremos ser libres pero la sociedad muchas veces nos arrastra y nos dejamos llevar. Tal vez, seamos unos inocentes. Pero igualmente, necesitamos el calor de una madre, el apoyo de un padre, el ánimo de nuestros amigos, vecinos, etc.
Nosotros también queremos abrir las alas y perdernos en el vuelo. Es la única manera de que podamos volar. Es lo único que pedimos. Pero... nos cortáis las alas.
Por favor, cuando pataleemos y no nos entiendas abrázanos. No lo sabemos hacer mejor. Quizás ese abrazo lo recordemos toda la vida. Quizás ese abrazo valga más que el plato que nos pones en la mesa. Quizás ese abrazo sustituya a todo el dolor que sembráis en nosotros, aunque no os deis cuentas.
Os pedimos ayuda, un abrazo, eso es.
No olvidéis que os queremos.
Pero nosotros no sabemos cómo querer(nos)
y ... tal vez, solo tal vez por eso sufrimos.

Comentarios

Entradas populares de este blog